Sacerdotes, ayúdennos a ser fieles a nuestra conciencia

Amados sacerdotes, comprendemos la presión que reciben por algunos de sus líderes, los medios, y la sociedad completa que les insiste en que ustedes promuevan la vacunación obligatoria a los hijos de la Iglesia. Pero les rogamos, por el amor de Dios, que ayuden a los feligreses a seguir siendo fieles a su conciencia. Ustedes fueron consagrados para ayudarnos a llegar al Cielo y para ayudarnos a ser fieles a nuestra conciencia, y no para que nos hagamos violencia a nosotros mismos llendo contra ella. La Santa Sede ya nos ha aclarado que no estamos obligados a inyectarnos. Por favor, permítannos ser libres por lo menos en Casa, nuestra Santa Iglesia Católica.

Es una gran injusticia que avergüencen y tilden a los feligreses de “irresponsables” por no inyectarse una sustancia que lo único que ha comprobado es ser insegura e ineficaz. Solo en EE.UU. más de medio millón de casos adversos se han reportado y más de DOCE MIL almas han perdido la vida por causa de semejante experimento (esto sin contar los casos de todos los sistemas oficiales). Hay remedios suprimidos eficaces, ustedes también deberían de saber y promover esto.

Aparte, quienes producen estas sustancias y los oficiales de salud pública ya han confirmado que este químico no previene la enfermedad ni el contagio; de manera que el slogan de “hazlo por el bien común” es simplemente inútil. Además, el auténtico bien común se logrará hasta que exijamos detener el desarrollo y producción de “curas” usando cuerpos masacrados de seres humanos por nacer. Estas almas sacrificadas en nombre de “salud colectiva” también merecen ser defendidas.

Agradeceríamos que su fervor por la promoción de la "vacuna" fuese mejor transformado en fervor por la salvación de las almas. Muchos fieles necesitan escuchar más acerca de la importancia de la confesión, la Comunión sacramental, la renuncia al adulterio, los anticonceptivos, la masturbación, pornografía, infidelidades, borracheras, entre otros tantos males que matan el alma para siempre.

Sacerdotes, oramos por ustedes. Gracias por ser nuestros guías. Gracias por ser nuestros padres. Gracias por ayudarnos a ser fieles a nuestra conciencia.

Veronica Flamenco

8 de agosto, 2021